El mundo ha cambiado significativamente en las últimas décadas y las formas de comunicación, aprendizaje, y tecnología han avanzado mucho. Por lo tanto, es importante que el curso de religión se adapte a estos cambios y utilice nuevas formas de enseñanza para mantenerse relevante y atractivo para los estudiantes.
El curso de religión puede ser una oportunidad para que los estudiantes desarrollen habilidades y valores importantes, como la reflexión crítica, el diálogo, la empatía, la solidaridad y la ciudadanía global. Un nuevo estilo en el curso de religión puede incorporar estas habilidades y valores para formar estudiantes integrales y comprometidos con su comunidad y el mundo.
Un nuevo estilo en el curso de religión puede hacer que sea más relevante para los estudiantes en su vida cotidiana. Al abordar temas que son importantes para los jóvenes, como la justicia social, la ecología, la ética, la sexualidad y la familia, el curso puede ayudar a los estudiantes a reflexionar y tomar decisiones informadas y responsables en su vida diaria.